lunes, 26 de marzo de 2007

Crónica de una victoria anunciada

Irrumpimos como los 300 para batirnos en las Termópilas. Convertidos en una fuerza descomunal de organización espartana.

Listos para la gloria, once guerreros que lucharon como uno solo, enfrentándose al supuesto número uno de la liga. Pudimos ver a Orero en la puerta realizar palometas de una acrobacia imposible y varios tiros de Alejandro desde lejos, que no acabaron en gol por los pelos, pero si preparó el terreno para lo que iba a llegar.

La defensa como un escudo de acero, imperturbable dejó pasar un chut fortuito que alcanzó la red al poco de empezar pero no minó nuestra determinación y sobriedad. Ramón empató el partido en una lanzada inigualable, pero desafortunadamente, Ricardo, tras velocísimos regates, fue herido poco antes del final de la primera parte.

Seguimos en la brecha como fieras, los laterales subían y reculaban como si el campo fuera una pista de hielo, los pases de Pascual, Sento y Piru, paredes precisas y cambios de juego a otra banda, no hicieron más que perturbar al contrario hasta la desesperación y la impotencia. Los alaridos de Manuel increpando al enemigo a abandonar sus gritos de injustificada queja al arbitro, por tratarse de flechas envenenadas y una actitud cobarde en la batalla, enardecía a sus compañeros e insuflaba en nuestros corazones la energía para seguir arrollándolos.

Saúl se movía como un espíritu por el campo de un lado a otro despistando y recortando. La desesperación del contrario le hizo perder los nervios hasta llegar a la injuria al árbitro, que no dudó en expulsar a uno de ellos y dejarlos en inferioridad numérica.

La inseguridad acabó con su juego organizado y con la poca templanza que les quedaba sembrando la discordia entre sus miembros.

Cubriendo el hueco de Ricardo, Rubén, Pepe y Ramón bombardearon al enemigo implacablemente hasta alcanzar el 4-1 definitivo.

David, con falta justificada por sus tareas como enfermero y Jordi, que estaba malito y vomitando, no pudieron asistir en la batalla ¿serán ciertos los rumores de que los pases de Jordi no son tan contundentes y que la firmeza de David en su labor de central está perdiendo carisma? Habrá que comprobarlo en próximas lides.

Como guinda, unas curiosidades del vestuario:
Saúl no hizo abdominales y solo se acercó a contemplar los templados músculos de sus compañeros de armas cuando fue avisado del espectáculo. Parece que está perdiendo reflejos.

Orero preguntó tres veces si ponía pasta, lo cual casi provoca un trauma cardiaco en el tesorero, por lo visto la cercanía de su paternidad ya está haciendo mella en nuestro guardameta.

Se nos coló una moza en las duchas, no sabemos de donde salió ni cuales eran sus intenciones, pero sus sinuosas curvas supieron hacer vibrar a los vencedores. Sospechamos que se trataba de una nadadora rusa (por las espaldas que se gastaba la colega) que venía a dar su enhorabuena al equipo. Pudimos hacerle una foto antes de que saliera corriendo, gozosa, con una sola toalla que cubría su enorme cuerpo.