miércoles, 30 de noviembre de 2011

La Barraca del Tío Lorenzo - Escena segunda -

Viernes por la noche. Entrada del Polideportivo de la Rambleta. La luna redonda asoma tras el tejado del edificio. En la rama de un sauce se arrullan dos tórtolas. ERNESTO, el ADONIS, espera apoyado en la pared, masticando un chiclé. Las manos en los bolsillos, el ombligo al aire y el paquete le hace bulto.
Pasan dos chicos abrazados, con gorra, cadenas y pantalones de cuero. Ernesto se tira de un rizo y le explota en los labios una burbuja de chiclé. La parejita hace mutis.
Por el fondo izquierda aparece, mochila en ristre, EMILIO el TIJERETA. Al ver al otro se detiene, comprende y enciende un cigarro.

EMILIO, el TIJERETA: Noche de frescolis. Al liquindoi al relente, compadre Adonis, no se me vaya a resfriar y perdamos el envite.
ERNESTO, el ADONIS: Sería de haberlo, Tijereta ¿o es que no se advierte que nadie comparece?
EMILIO, el TIJERETA: Y yo con los bártulos.
ERNESTO, el ADONIS: ¿Es que nada recelaba ante tanta negativa en el convoqueitor de la concurrencia?
EMILIO, el TIJERETA: Me celé en la positiva.

ERNESTO, el ADONIS, se despega de la pared, coge el cigarro del TIJERETA y le da una chupada.

ERNESTO, el ADONIS: La que yo le daba.
EMILIO, el TIJERETA: Puesto que no hay brega en la cancha, en algo habremos de emplear las energías.
ERNESTO, el ADONIS: Se me ocurren dos o tres.
EMILIO, el TIJERETA: Pues empecemos por la primera.

Se toman de la cintura y mirándose a los ojos desaparecen por debajo del sauce. Las tórtolas en la rama se arrullan y hacen u-hú.

FIN DE LA ESCENA SEGUNDA

No hay comentarios: